domingo, 27 de mayo de 2007

Rastreo

Busco lo que soy
en el espacio ajeno
de una medianoche
que no tiene fin
ni finalidad
-el espacio-

No encuentro apelativo
que encarne algo de mí
solo palabras- designios
sin sabor

Carezco de emociones
que erijan mi historia,
no hallo ardor ni consistencia
en la reminiscencia fría
¿qué es recordar? Creería fácilmente
que un inventar desabrido

Debajo de la almohada,
o en mi costado izquierdo
sobre el que me volteo
¿existirá una pista
de mi identidad?

Ansia no es,
llega apenas a existir como pregunta:
una pausa en mis días diarios,
aburrida duda solitaria
reprimida, por horas en suspenso

¿Qué tendré de mí?
sin más aparece este cuerpo
distante como nave espacial,
ausente, fuera,
indolente.
-el cuerpo-

El disfraz del pensamiento
pretende decir que es yo
como si se desconociera
que mis ideas no son mías
que “la razón es el diablo”
-los pensamientos-

Cadaveriquitas, paliduchas,
desnutridas
pero bien revueltas y vehementes
y suben y bajan. Escandalosas
nenas paranoicas que se creen ser mucho
o se creen mucho Ser
-emociones-

Generalmente por la tristeza
vaga mi emoción pequeña
queriendo crecer y ser real,
le pongo moño a su encanto taciturno
y nos vamos de paseo
por los días que no sentimos
nos roza gente que no entendemos

Hace falta un acomodo
interior,
estamos todas mis voces y
-el denominado- Yo
dislocadas
dentro del cuarto apretado
de la mente

Alguien se oye a lo lejos
palabra dulce que me consuela
grande aliento, aire que chifla:
— espera, observa, recuerda.

Y le busco. Eco ya cercano
casi llego, a punto de
alcanzar el punto
de ser...

Cambio. Brusco cambio que no cesa
y yo no encuentro lo que Soy
y yo no creo ser Yo
y me revuelca aquella ola de nada
y de fastidio y de nada.