lunes, 22 de octubre de 2007

Árbol que se palpa a sí mismo

Estas curvas que ves,
textura de la cadencia prolongada
en las ramas de la sombra.

La corteza existe aquí,
arraigada a la savia
y vigila el curso
de la calma sin aliento

Tintinea la hoja
que alimenta el aire
y extiende brazos
al tiempo extraño

El tronco espera,
observa la moción:
ritmos acechantes
del verde silencio

Y la noche casta,
cubierta hace mucho
por el árbol espeso, suspira
y muerde el presente.

3 comentarios:

Ikarus dijo...

Recuerdo la primera vez que lo leí y sigue provocando en mí la misma reacción (seguramente idéntica a la de na petrie).
¡Ay Lucy, que cosas escribes!

pispiration dijo...

Este poema me encanta. Es fresco, es sensual, es elegante.

Yo no sè explicar ni entender poesía pero sì la siento y me gusta y siento tus palabras lucìa, siento la sombra verde y las caricias y el aliento fresco.

La DÏéresis dijo...

Que lindo!